«Una estrella brilla en nuestro interior, es el Espíritu.»
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La Realización
Siéntate en el suelo o en una silla, sin los zapatos para estar más cómodo, y relájate. Haz unas respiraciones profundas. Deja que se vaya el estrés del día y date tiempo para experimentar una verdadera paz.
Sigue sin prisa los siguientes pasos, colocando la mano según se indica, y diciendo en tu interior las preguntas y afirmaciones que se proponen.
Mantén una actitud abierta y sincera, sin enredarte en análisis o expectativas. Simplemente observa lo que sientes, y disfruta del ejercicio.
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1.
Siéntate relajadamente con las palmas hacia arriba.
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2.
«Madre, ¿soy yo el Espíritu?»
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3.
«Madre, ¿soy yo mi propio maestro?»
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4.
«Madre, por favor, dame el conocimiento de la Verdad»
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5.
«Madre, yo soy mi propio maestro»
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6.
«Madre, yo soy el Espíritu»
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7.
«Madre, yo no soy culpable de nada»
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8.
«Madre, yo perdono a todo el mundo y me perdono a mí mismo»
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9.
«Madre, si he cometido algún error en contra de mi espíritu, consciente o inconscientemente, por favor perdóname»
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10.
«Madre, por favor, dame la conexión con el divino»
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11.
Comprueba si sientes una ligera brisa fresca en las manos y en lo alto de la cabeza.
Después de esta experiencia, puedes continuar el tiempo que te apetezca con la atención en lo alto de la cabeza, disfrutando de la paz y el silencio.
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